Los académicos del Instituto de Estética UC Pablo Corro y Román Domínguez escribieron un capítulo sobre el trabajo de Bruno Dumont, cineasta francés quien, entre diversos tópicos, explora los márgenes de la sociedad y el viaje hacia lo sagrado. “Dumont y la opacidad de lo Santo” es el título inserto en la publicación “Bruno Dumont ou le cinéma des Z’humains” de la editorial L’Harmattan. Destaca además la participación de la académica Carolina Urrutia de la Facultad de Comunicaciones y profesora de nuestro Magíster en Estudios de Cine.
“Dumont y la opacidad de lo Santo” se titula el capítulo escrito por Pablo Corro y Román Domínguez, el cual se encuentra dentro del libro dedicado a estudiar en profundidad la obra de Bruno Dumont y sus simbologías, en que la influencia de las experiencias de la santidad desde la periferia se muestran desde una perspectiva crítica.
“Bruno Dumont ou le cinéma des Z’humains” (Bruno Dumont y el cine de los Z’Humanos), obra publicada por L’Harmattan y editada por Alain Brossat y Joachim Dupuis, cuenta con una docena de capítulos dedicados a analizar y proponer hipótesis de no solo el trabajo cinematográfico de Dumont, sino de los viajes simbólicos que realiza a través de las imágenes. El propio nombre hace referencia a la importancia que le da el cineasta a mostrar los modos de vida del norte de Francia, ya que la “Z” antes de humanos es una alegoría al acento de quienes viven en las zonas marginales de esa región.
La publicación de los académicos en la editorial parisina demuestra un esfuerzo por internacionalizar el trabajo en el área del cine de los profesores Corro y Domínguez. Si bien el libro se encuentra por este momento en francés, cuenta con colaboraciones de investigadores de Francia, Chile, Argentina, UK e Italia, destacando además la participación de la profesora de la Facultad de Comunicaciones, Carolina Urrutia en la publicación.
“Dumont y la Opacidad de lo Santo”
El paradigma analítico que proponen los académicos de nuestro instituto explora “la intuición escénica de la santidad en la periferia”, intentando visibilizar la importancia que le adjudica Dumont a imponer la visión de determinado territorio, aquellas marginalidades que, a través del minimalismo argumental y la duración notoria de su presencia, plantea a través de su trayectoria como un “lugar de santidad”.
El capítulo señala que en Dumont existe una insistencia de posicionar de forma dramática y figurativa aquellos sitios innomados, que se encuentran al margen de los planos centrales en otras propuestas cinematográficas. Con este objetivo, expone algo más allá para ser visto, un cuadro con una dignidad que no cae en el paternalismo, sino que es propuesto como un sitio donde cosas santas sí suceden.
A través de imágenes en movimiento, manifiestan los académicos, el cineasta francés nos presenta un viaje físico y a la vez simbólico, una búsqueda de la santidad y un paso de la ignorancia al conocimiento, una veneración no solo hacia la figura religiosa de un Dios o un Amor, sino que también hacia el paisaje mismo y elementos de la naturaleza como el fuego.
Estos viajes físicos –agregan–, mostrados en caminatas, trechos en automóvil o tractor, o la conexión con un tren ultra rápido no son elecciones aleatorias. Según el teórico de cine Gonzalo Aguilar y el escritor Alan Pauls, esta ralentización en las escalas de planos, en los giros dramáticos de un plano general a un primer plano, representa un viaje introspectivo de los personajes.
En las historias dirigidas por Dumont existe una movilidad penitente, un camino hacia lo sagrado ilustrado no solo a través de rezos explícitos a Dios, sino que también a través de imágenes iniciales de oratoria que indican una disposición de los protagonistas a voluntades más trascendentes, plantean los investigadores de nuestro instituto.
Pero lo que hace particularmente especial a estas representaciones es que no son estridentes, aseguran Corro y Domínguez, no existe una predisposición a que el mensaje de que en los márgenes de la sociedad contienen cierta santidad; son iconografías que aluden más a la contemplación que a la entrega de mensajes explícitos: a través de prolongados silencios, planos estáticos que se ven interrumpidos por actos de violencia que se presentan de forma repentina.
La propuesta de Bruno Dumont, estudiada en profundidad por los académicos que dan vida a “Bruno Dumont ou le cinéma des Z’humains”, nos entrega una perspectiva teórica del estudio del director, de la que Pablo Corro y Román Domínguez son parte fundamental.
El capítulo “Dumont y la Opacidad de lo Santo” dio lugar a un ciclo de charlas realizado en octubre denominado “Amor y Violencia. Figuras de la marginalidad contemporánea en el cine de Bruno Dumont” que puedes encontrar en nuestras redes sociales.
Información periodística: Claudia Fica, asistente de Coordinación de Extensión y Comunicaciones.