Pasión por aprender, resiliencia y empatía, son tres ingredientes imprescindibles para aportar en el trabajo y disfrutar las labores cada día, revela María Paz Aguilera, coordinadora administrativa del área de Educación Continua. En enero fue premiada por su desempeño en 2019 a nivel UC, ocasión en que recibió la estatuilla del Sagrado Corazón.
Lleva cinco años en la Facultad de Filosofía. Llegó como recepcionista al Instituto de Filosofía y desde entonces, señala, ha buscado impactar positivamente en los equipos de trabajo a los que ha pertenecido. En 2016 emigró al Instituto de Estética donde se ha desempeñado en el área contable y ha adquirido nuevas atribuciones que han elevado su cargo al de coordinadora administrativa en el área de Educación Continua. María Paz Aguilera es experta en organizar información, ayuda a facilitar la ejecución de diplomados y también de actividades de Extensión.
Entrega información a los interesados en diplomados, coordina los pagos del Instituto, gestiona la producción de diversas actividades, facilita espacios y difunde campañas de mailing, es decir, mantiene el área en constante movimiento. Para ello, se ha especializado y hace un par de años obtuvo su título de Técnica de Administración de Empresas con mención en Finanzas. “Agradezco que se impulse el perfeccionamiento. Tengo muchas ganas de seguir aprendiendo y estudiando”, dice la trabajadora, representante sindical y madre de cuatro hijos que fue premiada a escala universitaria por su desempeño en 2019.
En estos años, asegura, ha crecido muchísimo en el plano emocional, pues ha trabajado “la templanza y la paciencia. Es importante dar lo mejor de una misma, sobreponerse a las dificultades y ayudar a la gente”. Así, la resiliencia ha sido clave en la trayectoria de esta trabajadora, quien ha estado presente en momentos complejos para el instituto. Aguilera ha velado por el funcionamiento de diversas áreas en la transición para la llegada de un nuevo equipo, el que hoy conforma junto a las coordinadoras de Educación Continua, Extensión y Publicaciones, Andrea Berger, Violeta Bustos y Laura Marinho, dirigidas por la académica Lorena Amaro.
Encuentro familiar con la cultura
En el Instituto de Estética, asegura, ha buscado vincularse activamente con la cultura y las artes. Se ha encontrado así con parte de un mundo antes desconocido. “He aprendido la importancia de estas áreas y las he involucrado en mi vida. A veces llevo a mis hijos al teatro o vamos al museo en familia con ellos y mi marido. Les digo a los niños lo importante que es leer, que sean cultos”, cuenta.
Uno, siete, trece y diecisiete, son las edades de sus hijos (Máximo, Valentina, Benjamín y Anaís). A la primera la tuvo a los 18 años y desde entonces se las ha arreglado para compatibilizar diversos roles. Actualmente, quiere estudiar para obtener un título profesional en el área de Administración. “Quiero seguir creciendo en el área de Educación Continua”, señala.
“Es importante que te reconozcan”, reflexiona María Paz, quien confiesa haberse sorprendido inicialmente con el premio y luego haber pensado: “si haces la pega bien, te va a ir bien”. Esta funcionaria, madre y dirigente sindical, dice que un día quiso ser psicóloga. Y es tal vez desde esa veta que algún día busca desarrollar, que recomienda algunas aptitudes y capacidades a desarrollar para generar buenos entornos laborales. “Es fundamental la empatía, la eficiencia, las ganas de aprender, de compartir conocimiento y la generosidad”.
María Paz Aguilera situó la estatuilla del Sagrado Corazón -que recibió en la premiación-, en una repisa de su oficina. Es ahí donde recibe a decenas de funcionarios que acuden a ella por su rol sindical. Esta faceta es fundamental para esta trabajadora. “Llevar la voz de la gente a las autoridades” en un año que se proyecta complejo será también una de las misiones que buscará articular junto a sus múltiples aportes a la UC.
Información periodística: Violeta Bustos Vaccia