A partir de la visita de la filósofa Luciana Cadahia (Dra. En Filosofía U Autónoma de Madrid) se articularon dos encuentros. El primero abordó disidencias en el espacio público junto a la escritora Alia Trabucco, la académica de la Facultad de Educación UC, Claudia Matus y nuestra directora Lorena Amaro como moderadora. Luego, Cadahia realizó la conferencia “Hacia un populismo feminista”.
"¿Qué desarmamos para construir algo que no sabemos lo que es?" se preguntó Claudia Matus (académica de Educación UC) en el encuentro “Disidencias en el espacio público”, realizado en nuestro instituto en el marco de proyecto Fondecyt de Lorena Amaro y Anillos Normalidad/Diferencia/Educación.
En el encuentro se debatió sobre las manifestaciones ciudadanas que han ocurrido en el país y cómo vincularlas a un cambio en áreas de la educación, el derecho, la igualdad de género y la justicia social. "Segmentar las desigualdades y enfrentarlas entre sí es seguir el juego de la oligarquía", expresó Cadahia para referirse a las intersecciones de género, raza y clase que derivan en reivindicaciones que se manifiestan de forma particular. La filósofa llamó a articular estas categorías en una lucha común.
Por su parte, la escritora y abogada Alia Trabucco aludió a manifestaciones como la de Las Tesis enfatizando en el carácter jurídico que tiene el canto de las feministas, en tanto apela a la “culpa” y a factores que disminuyen eventualmente las condenas de abusadores, tales como el horario de exposición a la calle o la vestimenta.
Trabucco analizó también las figuras emblemáticas de las protestas, tales como el perro Matapacos. "Es parte del nuevo repertorio disidente. Lo animal, lo quiltro, lo callejero, se enfrenta con fuerza a símbolos neoliberales", señaló.
Feminismo y populismo como fusión
Cadahia también realizó una conferencia donde hizo un recorrido desde el mito de Antígona hasta el pensamiento de Hegel en contraposición con María Zambrano, específicamente sobre el tópico de la razón. Hegel, explicó, separa razón de sensibilidad de forma irreconciliable, mientras que Zambrano habla de una razón poética.
La filósofa analizó también la postura del historiador italiano Carlo Ginzburg, quien postula que para conocer existen indicios en contraposición a la forma positivista que considera conceptos cerrados y completos. Esto, en sintonía con las narrativas de Freud y las pinturas de Morelli.
Este recorrido inicial derivó en una argumentación sobre cómo construir teorías para darle sentido a un feminismo alineado con la razón poética, en conversación con el término populismo. "Feminizar el campo popular es lo que viene. Debemos empezar a entender lo común de otra manera”, manifestó.
Asimismo, señaló, “es complejo moralizar el feminismo sólo bajo la lógica del castigo al patriarcado. Eso es necesario cuando ocurren casos tan graves como la violencia, el acoso y el abuso. También es importante que la vida en común, como bien público, sea cuidada”.
Cadahia señaló un punto de atención sobre las manifestaciones latinoamericanas y su reinvención bajo simbologías feministas. “El feminismo populista debe explorar lo que todavía no es. La emancipación hoy tiene que ser feminista y reconocer que somos seres heterogéneos". Lo femenino y lo popular, expresó, están contextualizados en "imágenes femeninas plebeyas".