Quienes conformamos el Centro de Estudiantes de Estética (CEEST 2108) llegamos a esta directiva de un modo bastante similar a la manera en que se llega a estudiar nuestra carrera. A diferencia del futuro profesor o profesora, por ejemplo, que sabe que su destino -próximo o remoto- es la sala de clases y en ella un puñado de espejitos que lo mirarán fijamente hasta que aprenda a saber quién es (ellos ya lo saben);
O de quien quiere ser arquitecto, que entiende que deberá aprender pacientemente a dominar los principios del mundo para imaginar con ellos refugios seguros y duraderos que el ser humano habitará en su infancia para volver reiteradamente a ellos y tal vez replicarlos durante toda su vida;
O del aspirante o la aspirante a médico, que interrogará esa vida y se preparará para lidiar con la muerte (y un poco también para recuperar la inversión, claro);
O, de los estudiantes de Derecho, que llegan buscando la Justicia que en la adolescencia nos desborda a todos, y aprenden a montar y a desmontar la Ley, esa herramienta que permite descomponer la Justicia en miradas diversas, igual que el prisma desgrana la luz en colores (si queda tiempo, eventualmente el abogado podrá ayudar al médico a recuperar la inversión);
A diferencia de todos ellos y de muchos otros, la mayoría de quienes llegamos a estudiar Estética estamos aquí para saber de qué se trata esta disciplina que -cruzamos los dedos- no nos llevará (necesariamente) a ocuparnos del cabello ajeno; pero que, esperamos -y volvemos a cruzarlos-, impedirá que perdamos el propio tratando de entender el mundo con el lenguaje de los sueños.
Hasta ahora, recién empezando a perdernos en el segundo año de estudios, podría resumirse lo aprendido de un modo, digamos, alegórico aprovechando que se ha puesto de moda la alegoría: cuando nos duele el Cuerpo, llamamos al doctor; si lo que duele es el Ser, resultará de gran ayuda el doctor en Filosofía. Pero cuando nos duele el Mundo, definitivamente es el momento de llamar a un doctor en Estética.
Desde aquí les damos la bienvenida a nuestros compañeros y compañeras que empiezan o terminan de ingresar a la comunidad del Instituto. Les deseamos que lleguen a responder la pregunta que todos nos hacemos y les pedimos que piensen desde ya en relevarnos para que -como a nosotros nos dijeron- no se pierda este espacio de re-presentación que, tratándose de la carrera de Estética, no deja de ser inquietante.
CEEST 2018