INSTITUTO DE ESTÉTICA

El espíritu de la caligrafía

Por Claudia Lira Latuz

El miércoles 16 de octubre recibimos en el teatro del Centro de Extensión de Campus Oriente a Ryuho Hamano, artista japonés, que sigue el camino del arte de la caligrafía, shodō, 書道1

Nos introdujo en la caligrafía desde el silencio y la oscuridad de la sala, conduciéndonos a la experiencia del vacío, ku, origen del ser y, el ser mismo, en el budismo. Desde la oscuridad/misterio del no-ser, uno de los rasgos del vacío, comenzamos a escuchar el deslave de la barra de tinta en el tintero: el artista no aparece, permanece envuelto en la oscuridad, solo escuchamos su quehacer: al desaparecer detrás del gesto, aparece en su forma más pura, ku. Su acto/rito, sutilmente, sin palabras, nos hizo entrar en la escucha atenta, aquietándonos. Desde este silencio/quietud caminó hacia la luz, hacia las formas. Aparecieron sus manos, luego, sus brazos, finalmente, su cuerpo sentado, en el ejercicio primero del calígrafo. Apreciamos a Hamano en movimiento. Imagen poética del quehacer artístico. Vacío y plenitud en movimiento, la concentración de la atención en el gesto. Un gesto repetitivo, pero no mecánico, un gesto cuidadoso, amable, delicado.

La caligrafía implica un camino. Uno que iniciamos no solo aprendiendo a escribir sino mirando con cuidado el movimiento de los seres en particular, sus relaciones y el vínculo total, la trama de la existencia. De ahí, que al aprendizaje de un kanji le anteceda la aprehensión de la ruta de los trazos. No podemos escribir de cualquier manera. La vida tiene un modo que debemos conocer sintiéndolo. Debemos “asistir callados al despliegue de una nube en el cielo” para conectarnos, aprender del bambú, de los pinos, de las flores. Aprender del despliegue es la metáfora que ofrece Kakuzo para explicar la belleza en El libro del té, es decir, a la escritura en sí le antecede, entonces, la experiencia estética, la contemplación del movimiento y sus pausas. Si la primera ruta es el punto, esta presencia ínfima es la semilla aún no totalmente manifiesta a nuestra sensibilidad. La entrada en la manifestación es la línea horizontal, ichi, 一, que significa uno, todo, completo y solo. Cuando le preguntaron a Hamano por su kanji preferido, dijo: ichi, el trazo “más difícil de hacer y el más profundo de comprender”. “Expresa nuestra vida”.

Esta profundidad expresa, de forma clara y simple, un camino del arte, gei, tradicional en Japón. Que no es sólo la adquisición de una habilidad, sino que requiere, además, talento, e implica la representación/teatro. A través del camino ir comprendiendo para transmitir, efectivamente, el mensaje, el sentido de la vida. Así, en un primer momento nos encontramos con su habilidad en el uso del pincel, pudimos ver la puesta en escena, el rito de la caligrafía: que implica cuatro instrumentos: tinta, tintero, pincel y papel/seda, que son en sí co-partícipes de la creación, que fueron y son, los cuatro tesoros de estudio para la formación de un zhenren, el erudito confuciano, un ser humano real.

Este ser humano real, Hamano, nos traía unas cartas pero inició su mensaje con las flores gallardía. Guiño tenue a Norteamérica, ya que la planta tiene sus raíces en América del Norte. Fue “descubierta” por un botánico francés del siglo XVIII, a M. Gaillard de Charentonneau. De ahí su nombre. Sin embargo, los nativos solían usarlas en sus ceremonias y fiestas, eran valoradas por su duración, por su resistencia. Es este el significado que rescata Hamano para iniciar el diálogo intercultural. Mostrando su imagen, variadas flores gallardía, nos guía hacia la comprensión del sentido y valor de la vida, contándonos que son usadas para las ceremonias en homenaje/recuerdo a los kamikaze. Nombre del kami2 del viento, con el que se bautizó a los aviones que solían tirarse en picada contra los portaaviones norteamericanos durante la segunda guerra mundial.

Leyendo algunas cartas de los jóvenes pilotos, también llamados kamikaze, enviadas a sus madres nos adentró en el análisis de las formas de la escritura. En cómo la escritura revela no solo el sentimiento en lo que dice sino también en “cómo lo dice”, es decir, en la expresión de los trazos. Tradicionalmente, la calidad del trazo, así como el tono de la tinta, y, pocas veces dicho, pero, también importante, en la distancia, espacio, ma, entre un trazo y otro, y entre los kanjis entre sí, se revela el espíritu de quien escribe. Una de las cartas mostraba los trazos, de quien escribe, tiritando, envuelto en la nostalgia, en el dolor, pero con gallardía, asumiendo el destino. Otra carta, revelaba a alguien que no pudiendo decir verbalmente una palabra logra escribirla. Puede decirle “madre” a quien no lo era carnalmente. Ante la muerte inevitable, la escritura le permite decir aquello que nunca pudo, “madre”. Así, la segunda hoja de esa carta contenía solo la palabra madre, como un río contenido que logra verterse en los trazos haciendo florecer el amor y el dolor de la separación.

La flor gallardía que simboliza la belleza persistente, que resiste las adversidades climáticas, floreciendo con vigor, recuerda la relevancia de la resiliencia. Palabra nueva…resiliencia. Como la que los japoneses vieron en el Ginkgo, llamado árbol sobreviviente, después de la caída de la bomba atómica. Ellos florecieron a pesar de estar quemados. Desde el silencio, decían, nos comunica que puedes seguir viviendo, nos dicen, fuerza, resiste, pero con alegría, floreciendo.

A pesar de esta fuerza que comunican ciertas culturas también tenemos el deber de velar para que estas situaciones de riesgo - donde la vida misma en su conjunto peligra - no se repitan. Debido a ello, el mensaje del maestro Hamano, no quería solo conmovernos, aware, llevándonos al sentido de lo más humano: hijos que ante la muerte inminente escriben a sus madres para agradecerles por haberles dado la vida, pidiéndoles que se cuiden y que toda la familia se cuide. Okada, que también vivió y sobrevivió a la segunda guerra mundial, explica que el agradecimiento, es un sentimiento, que delata que la persona se encuentra en un nivel de consciencia más afinado. Ante la muerte, despertamos, y, vemos, lo verdadero. Nos damos cuenta que hemos recibido, que nos han dado la oportunidad de vivir y no solo eso, que han cuidado nuestra vida, nutriéndola. Todas y todos los que nutren son madres. La vida es un tesoro. Las niñas y niños son un tesoro por el que debemos velar. Mensaje que quedó sellado en una tela de grandes dimensiones que Hamano escribió con todo el cuerpo. El Kanji tesoro, fue envuelto por un largo texto de kanjis más pequeños por la orilla derecha e izquierda como si de un abrazo se tratara.

Muchas gracias por la belleza de la escritura envuelta en gratitud, con un mensaje de cuidada y paz. Una invitación a escribir con nuestras manos, a recuperar el ritmo del cuerpo en la escritura y de lo que sentimos, como mensaje profundo de cada trazo. Juntos construiremos, vadeando el “Pacífico”, metáfora de una añoranza… un puente oriente y occidente, para la construcción de sociedades bellas y pacíficas.

1 El artista de caligrafía Hamano Ryuho visitó Chile por primera vez. Realizó una charla y acción de arte en el teatro de Campus Oriente el miércoles 16 de octubre, gracias al auspicio de la Fundación Japón y de la Embajada de Japón, del Diplomado en Pensamiento y culturas asiáticas del Instituto de Estética, Del Diplomado Internacional en Educación de los Sentidos y los Sentimientos de MOA y del Centro de Estudios Asiáticos, UC. La actividad fue coordinada por la agregada cultural, Maki Ashida, quien también fue la traductora de la charla. Coordinaron la actividad también Leticia Mery y Valentina Codocedo de la Embajada. En el taller dictado ese mismo día, contamos con la traducción de Kiyoko Sasaki, profesora de japonés. También contamos con la colaboración de Fernando Contardo y Juan Manuel Gálvez de la Fundación Mokichi Okada y con la colaboración de Tamara González del CEA-UC. Participaron activamente alumnas del curso Pensamiento Oriental de la Facultad de Filosofía. Asistieron a la charla 220 personas y al taller de caligrafía 28 personas. La charla quedó grabada íntegramente en el canal de la profesora de japonés, traductora y poeta Marcela Chandia.

2 Ser espiritual que habita en el viento animándolo.

 

Captura de pantalla 2024 10 23 a las 17.51.00 copia

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