La académica de Estética UC, Claudia Lira, se adjudicó un fondo de la fundación Japón junto al actual director de Geografía Johannes Rehner para realizar una investigación titulada “Ethics and aesthetics of Japanese gardens in Chile - Experience and sustainable urban life”. De carácter interdisciplinario esta investigación integra, además, la observación participante, entrevistas en profundidad y talleres.
"Los jardines japoneses poseen una estética implícita que estudiaremos y, además, un potencial para la educación de la sensibilidad orientada a la sustentabilidad". Bajo esta premisa, la académica Claudia Lira ha desarrollado una investigación que busca explorar las maneras en que el diseño de estos espacios favorece determinadas experiencias a través del despertar de los sentidos. Lira señala que una de las motivaciones que la llevó a plantear esta propuesta que hace dialogar a dos naciones fueron algunas de las características que conectan a Chile y Japón.
Ambas naciones, por ejemplo, explica Lira, tienen un clima de cuatro estaciones, lo que abre la posibilidad de incluir la educación estética a través de la apreciación del cambio estacional (propia de la cultura japonesa). “El paso del tiempo experimentado en la mutación vegetal, el clima, la presencia o ausencia de aves, insectos, olores y sonidos, nos conectan con el espacio”, profundiza la académica, quien agrega que la “atención activa” en estos procesos permite sentir el espacio/tiempo desarrollando una sensibilidad. Así, podemos sentir, por ejemplo, que “la vida está siempre ahí, creciendo y decreciendo” y, en ese momento, conectarnos con nosotras/os mismos a través de lo que sentimos sensorial y afectivamente”. Esta experiencia estética de manera natural conduce a una conducta ética hacia el medio ambiente. Cuidamos aquello que apreciamos, aquello con lo que entramos en relación.
Este proyecto de investigación de la académica se enmarca en una serie de exploraciones orientadas a estimular los sentidos por medio de la resignificación de la naturaleza en su dimensión educativa. Uno de sus proyectos se vincula justamente a la Educación de los Sentimientos, instancia que desarrolla junto a la Fundación MOA. La investigación actual, tras obtener fondos de Japan Foundation, se abocará al potencial de los jardines nipones para desarrollar la sensibilidad en tanto nos conectan con la atención plena.
“Hemos olvidado vivir lo natural, cultivarlo. El jardín japonés no es solo la presencia de esa cultura en Chile, sino una invitación a reconectar con el gran libro de la vida”, manifiesta Lira, quien recientemente viajó a Japón para desarrollar, en paralelo, una exploración en torno a la ceremonia del té en el ciudad de Kyoto. En esta urbe japonesa existe también un importante jardín, relata: el jardín del Palacio imperial que, hasta principios de la Era Meiji (1868-1912), era ocupado por familias nobles, y que luego, en el siglo XX, se convirtió en el jardín Gyoen.
La docente cuenta que ese lugar cuenta con árboles “tan extraordinarios, que ninguna cámara puede realmente retratar”. No es un jardín japonés propiamente tal, especifica, sino una especie de bosque donde hay algunas intervenciones de jardines “como el de la casa de té Shusuitei de un maestro del siglo XX”. En este lugar se puede pasear gratis y observar diversas especies de flora y fauna, eso sí, la administración del espacio no permite ocupar aparatos electrónicos.
Jardines en movimiento
La estética tradicional japonesa se basa en dos principios, conservación y ruptura, explica, y es por esto que, el jardín japonés se instala en una evolución permanente. Esta visión también se vincula a las concepciones enlazadas con el arte: “aquellos que siguen el camino del arte con ahínco de pronto se abren a lo nuevo, llega, no lo buscan, de pronto al repetir y al vaciarse aparecen las innovaciones de la tradición. Una tradición viva requiere de mucho esfuerzo. El reconocimiento de todas y todos los que participan en ella, desde el que la crea hasta el que día a día la cuida y de los que la disfrutan”.
El jardín está vivo, asegura la profesora Lira, “es la vida misma”, de manera que podemos acompañarlo o cuidarlo, prácticas que se transforman en una “oportunidad para tomar el sabor de lo real”. Los pequeños jardines cotidianos complementan a estos inmensos parques, santuarios y jardines famosos, reflexiona. “Cada cual, aunque sea en una maceta expresa su alegría y su estética del otoño. No hay excusas, la vida entera entra en una pequeña maceta solo falta el compromiso de velar por ella día a día”, expresa.
Finalmente, la académica apunta a la idea de que aquellos/as que no cultivan la vida no pueden cultivarse a sí mismos. “Es culto quien se vuelve sensible no el que maneja información. La vida no puede estar en un libro, el libro habla de esa vida, pero para sentirla y vivirla hay que convertirse en jardinera/campesina. Ahí se le toma el peso a lo que significaría la ausencia de la naturaleza”, concluye.
Experiencia estética y cultural
En Japón, la experiencia estética de la naturaleza es cultural y está asociada al ritual festivo estacional, siendo parte de un modelo que se enseña en la familia, pero también en las escuelas, aumentando la calidad del aprendizaje, así como mejorando las relaciones humanas y la capacidad creativa.
“La educación es un pilar fundamental del desarrollo sostenible. Al mismo tiempo que exploramos origen y desarrollo de los jardines japoneses en Chile, consideramos sus principios estéticos y fundamentos filosóficos y nos preguntamos si los jardines japoneses en Chile adaptan dichos principios al particular contexto cultural y ecológico al que se trasladan. Además, se discute el uso político y simbólico que estos espacios han tenido en Chile”, se indica en la descripción del proyecto.
Estas cuestiones se discuten en un enfoque interdisciplinario, para lo cual se ha conformado un equipo de profesores de estética, geografía e historia, vinculados a centros relevantes de la Universidad Católica: el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable CEDEUS y el Centro UC Estudios Asiáticos.
Información periodística: Extensión y Comunicaciones Estética UC y Centro de Estudios Asiáticos UC.