INSTITUTO DE ESTÉTICA

Investigadora Catalina Mansilla plantea la estética como herramienta de colaboración sensible con las comunidades aymara

Nuestra académica está desarrollando una investigación sobre el trabajo de mujeres aymara en el ámbito de la cría de animales, en el marco de su Doctorado en Antropología por la Universidad Católica del Norte y la Universidad de Tarapacá, en el norte de Chile. A través de su investigación en terreno se ha vinculado con la comunidad aymara de Cobija, donde además ha abordado ritos en torno a la muerte, cerros sagrados y ofrendas religiosas.

La académica de nuestro Instituto, Catalina Mansilla Aguilera, lleva cerca de dos años investigando sobre la cría de animales de rebaño entre mujeres aymara como parte de su investigación para el doctorado en Antropología por la UCN-UTA, tras haber obtenido una beca ANID en 2020. Es una investigación que se enmarca en la Antropología del Género, la Antropología Económica y la Antropología Andina, en vinculación con perspectivas feministas y relacionales, involucrando enfoques de materialidad y performance, desde su formación en Estética.

Mansilla explica que "la etnografía feminista implica un posicionamiento respecto al estudio de las relaciones de género, a la vez que un cuestionamiento constante sobre la forma de hacer investigación sin reproducir estrategias de desigualdad en la distribución del poder entre investigador-investigado, como señala Esguerra”.

Esta perspectiva ha sido esencial en la forma de investigación de la profesora, pues permite, en sus palabras, vivir la experiencia de investigación sin ideas preconcebidas. A la vez, continúa, “nutre de estrategias que van en la línea de las metodologías colaborativas, ancladas en la teoría crítica, los estudios postcoloniales y descoloniales, a la vez que incorpora la experiencia, posición, cuerpo, sensorialidad y emociones de la investigadora en el campo, como cuestiones necesariamente implicadas en la generación de conocimiento etnográfico".

 
Tesis doctoral: la cría de animales por mujeres indígenas

Previamente a la investigación sobre el trabajo de mujeres aymara, la académica ya se había vinculado a la comunidad de Cobija, localidad situada en la precordillera de Arica, desde el año 2015. Como parte de otras investigaciones, registró etnográfica y visualmente (fotografías, mapas, videos) las ofrendas a cerros sagrados, conmemoraciones vinculadas a ritos en torno a la muerte –culto a los ancestros o “almitas”– y reflexionó sobre las experiencias estéticas que tienen lugar a través de las formas de vida de quienes conforman esta cultura viva, generando textos escritos y publicaciones.

 
Sobre su tesis doctoral, la investigadora profundiza y manifiesta que se trata de un estudio de las dinámicas económicas de las mujeres aymara que crían animales en redes: “Son redes que implican a muchas mujeres radicadas en distintos espacios de la región, y no solamente en el campo, así como también a otras entidades no-humanas, como son los cerros sagrados, los mismos animales “criados” y “la tierra”, o también llamada Pachamama”. Los aspectos estéticos de interés en esta investigación tienen que ver con elementos materiales y performativos implicados en la ritualidad, y que son fundamentales para entender la producción económica y el sostenimiento de las relaciones humanas y no-humanas en el ayllu o comunidad, siguiendo a la antropóloga Marisol de la Cadena.  Por otra parte, la Estética como disciplina resultaría un aporte en la comprensión de la metodología etnográfica que viene siguiendo la investigadora, al permitir potenciar la comprensión del conocimiento como un asunto que implica necesariamente la sensorialidad, la sensibilidad y la implicación con las personas, con el territorio y con las entidades no-humanas:  “Estar dispuesta a empaparse de las experiencias contribuye a descubrir problemas reales en los que, como investigadora, puedes ayudar y colaborar con conocimientos que te entregó tu disciplina y también con la sensibilidad cultural, que está en el centro de la formación estética”, expresa.

A través de esta investigación, Mansilla ha buscado reunir cuestiones que vinculan aspectos antropológicos con teorías feministas de perspectiva descolonial, vinculándolo con elementos visuales de productos y prácticas desarrollados por mujeres aymara en contextos de ganadería. Se ha propuesto alejarse de los sesgos que pueden implicar los feminismos blancos en contextos indígenas, y vincularse con las formas de vida de mujeres indígenas desde la “etnografía feminista que no perpetúa las relaciones de colonialismo que se han criticado en la antropología no sólo históricamente, sino también en la investigación académica”. Esto ha implicado un proceso de mayor implicación con la comunidad, un necesario registro participativo de los rituales y la construcción de relaciones cercanas y algunas veces incluso íntimas entre mujeres, lo que se ve favorecido por la propia presentación de la investigadora como mujer y madre, según afirma Catalina.

Cerro Marquez Mallku y cómo la academia puede brindar herramientas para colaborar con las agendas políticas de las mismas comunidades indígenas

Como parte de su trabajo en terreno, Mansilla ha colaborado a la hora de dar cuenta ante la institucionalidad del carácter de sagrado del cerro Marquez mallku, que constituye una entidad viva en el mundo aymara de la región de Arica y Parinacota. Este cerro, que forma parte de un conflicto de extractivismo minero desde 2019, ha puesto en evidencia la importancia que puede tener levantar investigación que sirva para que las mismas comunidades puedan hacer uso de los resultados en favor de sus argumentos. De esta experiencia destaca “la relación entre el terreno y la investigación académica. La posibilidad de servir y colaborar con problemas reales de la sociedad. Desde mi formación en Estética y Artes, ha sido un tremendo desafío y, a la vez, un descubrimiento muy potente aprender que este tipo de investigación, usualmente referida como un asunto accesorio en términos de aporte a la sociedad, puede vincularse con otras disciplinas en colaboración de aquello que requieren –y nos soliciten- las comunidades indígenas y los Pueblos.

*Si deseas conocer en mayor profundidad cómo se ha desarrollado el conflicto en torno al cerro Marquez Mallku, puedes ver esta conversación donde se entrevistó a Reinaldo Choquehuanca, presidente de la junta de vecinos de la comunidad de Cobija, y a Catalina Mansilla.

*La investigadora Catalina Mansilla es Licenciada en Artes y en Estética por la Pontificia Universidad Católica de Chile, Magíster en Estéticas Americanas de nuestro Instituto y actualmente, es Dra © en Antropología Social por la UCN-UTA en Arica, ciudad donde próximamente se radicará.

 

Información periodística: Claudia Fica