"¡Una gran oportunidad para ampliar los estudios académicos del budismo!" Así describe nuestra postdoctoranda María Elvira Ríos la experiencia que vivió en el Glorisun Intensive Program on Buddhism, una instancia de excelencia académica que cuenta con relevantes participantes año a año, en la que fue seleccionada para participar en 2021. Conoce más de su experiencia.
María Elvira Ríos, postdoctorante del Instituto de Estética, Pontificia Universidad Católica, Fondecyt 3190076, redacta una reflexión sobre su vivencia como estudiante:
"Entre el 4 y 25 de agosto pude participar en el Glorisun International Intensive Program on Buddhism que cada año organiza la red de estudios budistas Glorisun Global Network,, en colaboración con la FROGBEAR proyecto. Glorisun cuenta con miembros de las más destacadas universidades del mundo y su objetivo es difundir los estudios en el budismo a nivel mundial. El proyecto FROGBEAR, cuyo material digital y repositorio de acceso público se aloja en la University of British Columbia (UBC), donde reúne a redes académicas internacionales con las cuales llevan a cabo prácticas innovadoras de investigación y formación en torno a los estudios de budismo y las culturas del este asiático.
Cada año el programa se lleva a cabo con una universidad como patrocinadora y esta vez se realizó con Harvard FAS CAMLab, un laboratorio de artes y multimedias de la U. de Harvard, que transforma la investigación humanística en una práctica creativa y sensorial.
Con seminarios, charlas, y encuentros entre estudiantes y docentes, el curso nos permitió conocer diversas temáticas en torno a los estudios budistas, como el fascinante trabajo del director de Harvard FAS CAMLab, Eugene Wang, y las grutas de Dunhuang; la historia de la transmisión de la práctica de meditación desde India a China con el profesor Eric Greene de U. de Yale; el traspaso del budismo a Tibet y la elaboración tradicional de los sutras con la profesora Ulrike Roesler de U. de Oxford; el detallado trabajo en torno a los manuscritos de Dunhuang y sus escritos en lenguas tangut, tibetano o khotanés y su traspaso a la lengua china con el profesor Imre Galambos de U. de Cambridge; el papel de los monasterios y sus bibliotecas de Jinhua Chen de la UBC y director de FrogBear, y el análisis y reflexión en torno al estudio de las religiones en China, discusión de conceptos y valoración de las comunidades laicas con el profesor Barend Ter Haar, de la U. de Hamburgo. A este prestigioso grupo de docentes se sumaron las charlas de los profesores Paul Copp (U de Chicago) y los sellos en los manuscritos budistas de Dunhuang; profesora Lori Meeks (U. Sur de California), quien se refirió a budismo y genéro, y la profesora Jinhua Jia (U. de Macao) y el budismo Chan durante el periodo de las cinco dinastías en China.
A esta variedad de contenidos se sumó el Foro de los y las estudiantes, donde un grupo participó presentando sus propias investigaciones. La interacción, reflexión y discusión que se produjo en el Foro y durante todo el programa fue sumamente enriquecedora y sobre todo, muy colaborativa a la hora de traspasar información y debatir en torno a la multiplicidad de temáticas. Pero esto no fue todo, a los seminarios, charlas y foros se sumó el congreso East Asian Buddhist Worldmaking en el que participaron investigadores y estudiantes del programa como también expertos de otras universidades asiáticas, europeas, canadienses o estadounidenses, permitiéndonos conocer y ampliar aún más los aspectos políticos, económicos, sociales, linguísticos, artísticos y culturales en torno a los estudios budistas.
Como estudiante de budismo, me parece sumamente importante destacar este programa y visualizar el aspecto interdisciplinario y multicultural que conlleva el estudio del budismo en la academia. Compartir clases con profesores estudiantes con un alto nivel de conocimento no sólo del budismo, sino también de otros disciplinas que dialogan con esta filosofía/religión asiática, y de diversos idiomas asiáticos (sánscrito, pali, tibetano, chino, japónes, por mencionar algunos) ha sido una experiencia que lamentablemente se mantiene prácticamente casi imposible en los espacios académicos latinoamericanos. En Chile, y me atrevo a decir que en casi toda América Latina, hemos limitado los estudios de otras religiones/filosofías del Asia a cursos optativos o pequeños espacios como seminarios o diplomados, donde se imparte alguna clase de budismo. Para comprender a estas sociedades, sobre todo a los países del este y sudeste asiático, es imprescindible tener conocimiento del budismo, su trayectoria e influencia cultural, pues me parece que es parte fundamental en la formación en estudios asiáticos.
Glorisun y FROGBEAR permitió la entrada a estudiantes latinoamericanos, lo que es un llamado a quienes se están dedicando a los estudios budistas a que no duden en participar en estos programas. ¡Participen!