INSTITUTO DE ESTÉTICA

Ensayo sobre Mayo del 68 Vasco de la académica Elixabete Ansa fue nominado a Premios Literarios Euskadi

Mayo del 68 vasco. Oteiza y la cultura política de los sesenta (2019), el último libro de la académica de nuestro Instituto, Elixabete Ansa, fue nominado a los Premios Literarios Euskadi por el Gobierno Vasco. La publicación aborda el periplo del escultor Jorge Oteiza por Latinoamérica, su estrecha relación con el continente y la influencia que ejerció la región en su trabajo y pensamiento.

La académica Elixabete Ansa recibió una buena noticia estas semanas. Hace unos días, le llegó una carta de parte del Departamento de Literatura y Política Lingüística del Gobierno Vasco para anunciarle su nominación a los Premios Literarios Euskadi en la categoría Ensayo en Castellano. La publicación, que le permitió ser seleccionada en este relevante reconocimiento, indaga la vida y obra del artista y pensador vasco Jorge Oteiza, figura que comenzó a estudiar desde su tesis doctoral en Indiana University (2012).

Ansa cuenta que empezó a reeditar este trabajo en forma de libro sobre la base de un proyecto Fondecyt de iniciación que se había adjudicado pudiendo investigar la estancia del escultor en países de Latinoamérica como Colombia y Chile, donde realizó un trabajo de archivo. Asimismo, en el contexto de una beca Santander realizó estadías en el País Vasco y accedió al archivo de Oteiza en la Fundación-Museo Jorge Oteiza elaborando una lectura del pensamiento del escultor desde una perspectiva trasatlántica.

El escultor “bebió mucho de vanguardias artísticas latinoamericanas y le influyeron enormemente los procesos de recuperación de patrimonio indígena que se estaban realizando en Améria Latina”, relata la académica, quien agrega que Oteiza escribió su primer ensayo sobre la estatuaria megalítica de Popayán en Colombia en una época que coincidió con la fundación del campo etnográfico en aquel país.

El artista, relata Ansa, elaboró una mirada estética sobre estos temas en la región, donde además compartió con relevantes intelectuales que influyeron sobre él y viceversa, como el chileno Vicente Huidobro, quien le abrió las puertas hacia el concepto del vacío a través de la obra Altazor.
Oteiza fue un autor que marcó una efervescencia cultural en el País Vasco. La investigación de la profesora Ansa explora su valor “no sólo desde la mirada europea del 68, sino a la luz de proyectos latinoamericanos”. Con la certeza de abordar desde una mirada distinta el rol de Oteiza en la cultura, la docente reescribió primero un capítulo sobre el escultor, “tomé pulso y reestructuré el libro”, narra.

Esta labor la realizó en 2017-2018 entre Chile y el País Vasco, gracias a la mencionada Beca Santander. Posteriormente, publicó el libro hoy nominado, Mayo del 68 vasco. Oteiza y la cultura política de los sesenta a través de la Editorial vasco-navarra "Pamiela" que trabaja con ediciones facsímiles de los ensayos estéticos del escultor.

Oteiza, figura carismática

Oteiza tuvo una primera exposición en los años 30, y a mediados de esa misma década sale a Latinoamérica motivado por la exploración de los murales mexicanos. En Argentina, continúa Ansa, ejerce como profesor de cerámica y tras una estancia de un año en Chile, lo invitan a Colombia para aportar en la enseñanza de la cerámica. La Guerra Civil española lo encontró situado en el continente americano, de manera que si bien no fue exiliado, optó por permanecer en la región. En Colombia fue profesor de cerámica en Popayán, donde conoció al escultor Edgar Negret.

En la década de 1950, de regreso en el País Vasco, el escultor se había convertido en un personaje importante para la renovación cultural del panorama vasco. “Escribe sobre el arte premoderno y sus interpretaciones aventuran una lectura del ‘arte’ neolítico. Plantea cierta pulsión estética vasca a lo largo de la historia y releva su importancia en los sesenta”, explica.

De esta manera, es Oteiza una figura carismática, cuenta la profesora, pues en plena dictadura franquista es capaz de “revitalizar la cultura vasca junto a una escena donde están Chillida, Remigio Mendiburu, Amable Arias y otros artistas, arquitectos, escritores e intelectuales que abren espacio a la modernización del arte vasco”.

Parte del trabajo de archivo de Ansa se ha fundado en el diálogo con la Fundación-Museo Jorge Oteiza que se encuentra en el pueblo donde Oteiza tenía la casa taller, en Alzuza, Navarra. Ha recorrido además otros territorios con su investigación. La académica cuenta que planteó en un congreso latinoamericanista en Montevideo (Uruguay), que una figura importante para Oteiza fue el pintor, profesor, escultor y teórico Joaquín Torres García. “Planteé un diálogo estético entre ambos. Fue crucial su figura en el alejamiento que realiza Oteiza con respecto al arte figurativo y los efectos políticos y sociales de esta tendencia. También, me interesaba exponer la experiencia del escultor en Colombia, lo que realicé en el Museo de Arte Miguel Urrutia, en Bogotá. Ahí pude conversar con una comunidad de expertos en estéticas precolombinas y en arte contemporáneo, particularmente quienes han analizado la obra de Negret”, cuenta Ansa sobre su propio periplo tras la pista de Oteiza.

 

Sentido de la cultura vinculada a lo social

Elixabete Ansa lanzó su libro en enero 2019 en Donostia-San Sebastián (País Vasco). Hoy, reflexiona sobre el público para el cual puede ser relevante esta publicación. Si bien confiesa que no pensó en un lector/es específicos, asegura que el ensayo puede ser leído por una audiencia amplia que busque “no sólo quedarse en un panorama de lo que serían los ámbitos artísticos y culturales de los 40-50-60-70, sino buscar hipótesis de lectura que vinculen la importancia del diálogo entre arte, literatura, música y diversos procesos políticos de emancipación”.
Sobre el legado de los 60, manifiesta, “se piensa en la producción cultural como un lugar desde el cual se visibilizan imaginarios que marcan la necesidad de evidenciar alternativas al capitalismo”. Así, complementa Ansa, su publicación se centra en la figura del trabajador y la trabajadora, así como en la revitalización de la cultura vasca “en su proceso de liberación nacional, donde se levanta una voz contra el capitalismo tardío”. Así, en esta publicación no sólo se encontrará información para conocer el contexto de los años 60, sino que se instala un sentido de la cultura en relación con lo social.

*El último semestre Elixabete Ansa dictó los cursos de Arte chileno y latinoamericano en la Licenciatura y un ramo en el Magíster de Cine. Actualmente, imparte una cátedra sobre Artes Visuales en el Magíster en Estéticas Americanas. Recientemente, presentó un proyecto de investigación sobre arte y producción en Chile a partir de 1989, donde se centra en las figuras del trabajador, de la fábrica, cómo sobreviven y aparecen problematizadas en expresiones artísticas contemporáneas. “La idea de fábrica/trabajador corresponde a conceptos importantes antes del golpe de Estado. Buscamos repensar qué valor tienen al día de hoy”, señala. Asimismo, buscará postular a un proyecto Fondart con esta temática.

 

Información periodística: Violeta Bustos Vaccia, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.